En esta canción, algunos políticos confrontan al protagonista, Hamilton, sobre el dinero que pagó a un hombre llamado James Reynolds. Lo acusan de desviar fondos del gobierno y traicionar su deber con el país, pero Hamilton insiste en que nunca rompió la ley y solo le pagó a Reynolds para que guardara silencio sobre un romance que Hamilton tuvo con la esposa de Reynolds. Hamilton demuestra que mantuvo registros de todo y desafía a los políticos a encontrar alguna inconsistencia. Los políticos se sorprenden por su explicación y deciden mantenerlo en secreto del público. Burr advierte a Hamilton que los rumores pueden crecer, pero Hamilton está aliviado de haber escapado del escrutinio por sus acciones.