La canción habla sobre cómo la vida puede ser corta e impredecible, y que el amor a menudo conduce al fracaso. El protagonista está pasando por una fase solitaria en su vida, donde sus noches son aburridas y duerme solo. El coro anima a vivir la vida al máximo, incluso si eso significa bailar hasta la muerte, porque en última instancia la vida vale la pena morir por ella. El puente reconoce la frialdad del mundo exterior y el fuego interior, mientras que el final resume el mensaje de la canción: vivir la vida al máximo, incluso si eso significa arriesgarlo todo.