El protagonista se siente descuidado y despreciado en una relación donde parece que solo es valorado por su dinero y lo que puede proporcionar. Habla de sacar cheques para impresionar a su pareja con cosas materiales como collares, y sentir que no está siendo protegido emocionalmente. En la segunda parte de la canción, con la participación de Baby Keem y Rosalía, el enfoque cambia a las luchas personales de Baby Keem al crecer sin padre y enfrentar la falta de vivienda, pero finalmente perseverando y encontrando el éxito. El estribillo repite varias veces la frase "Soy una chica caliente", posiblemente haciendo referencia a sentirse segura y empoderada a pesar de la adversidad.