La protagonista está en un bar de jazz sintiéndose triste y sin dinero. Recuerda haber caminado con su pareja por el Támesis y cómo él prometió amarla siempre. Se pregunta dónde estará ahora, deseando que también esté pensando en ella. La protagonista tiene una foto de su pareja en su bolsillo y se pregunta si estará con alguien más, tal vez enseñándole la canción que una vez le enseñó a ella. A pesar de su tristeza, se alegra de haber conocido a su pareja y de apreciar la belleza en el mundo, como la música de jazz y la luna reflejándose en la lluvia.