La letra habla de estar atrapado en un sueño, donde el protagonista y su pareja construyeron muros que representan su dolor. No pueden evitar que estos muros hablen y les recuerden su sufrimiento. El protagonista se siente perseguido por su pareja, pero también reconoce que él se victimiza y convierte cosas pequeñas en grandes problemas. A pesar de esto, todavía anhela a su pareja, pero se da cuenta de que las cosas se están poniendo sombrías y los muros, que representan su relación, se están volviendo delgados. Al final, se dan cuenta de que la soledad es solo parte del problema y no pueden silenciar los muros.