El protagonista se siente desafiado por dos espejos negros que le están robando el alma en la orilla del río. Sin embargo, tiene la suerte de tener dos estrellas que lo iluminan mientras se rinden ante la luna. Cuando él está a su lado, se siente en paz, pero si ella se va aunque sea por un momento, se convierte en una calavera. El protagonista se convierte en una calavera cuando la luna moruna sale y se desata el caos, pero quiere volverse loco por un tiempo si no la tiene a su lado. Le pide que le dé la luz de sus ojos en este río sagrado y no lo deje perderse porque ya se ha convertido en una calavera. Está cansado de la borrachera y quiere beber de sus aguas y vivir de forma diferente.