El protagonista reflexiona sobre el egoísmo y la frialdad de la sociedad. Siente que las personas se han vuelto distantes e insensibles, volviendo sus corazones de piedra. A pesar de esto, el protagonista desea que su pareja romántica pueda experimentar las mismas emociones y ver las mismas cosas que ellos han visto. Desean derribar las barreras que los separan y encontrar una solución a los problemas que enfrentan. El protagonista se siente solo en su lucha y cree que se necesita un cambio, pero también reconoce que tiene un poder limitado para controlar la forma en que las personas viven sus vidas.