Las letras tratan sobre un asesino en serie que confiesa sus crímenes después de 20 años. No siente ningún remordimiento ni emociones por sus acciones. El interrogador se enferma con los horribles detalles de la historia del asesino. La primera víctima del asesino fue una prostituta, a quien mutiló después de que ella se negó a tener relaciones sexuales con él. El asesino disfrutaba matando, pero el sexo ya no le proporcionaba ningún placer. Utilizaba su cuchillo como su verdadera religión y dejaba un rastro de cadáveres detrás de sí. El asesino será condenado a muerte, pero él cree que su alma sobrevivirá y continuará controlando las mentes de los demás.