El protagonista ha sido herido por muchas personas en las que confiaba, lo que le hace sentir ignorado y malentendido por las masas que abrazan la insensatez. Utiliza su música para expresar sus opiniones y emociones, esperando transmitir mensajes de amor y resentimiento. El coro repite que el mundo ya ha terminado y anima a los oyentes a creer en sí mismos en lugar de depender de otros, ya que se están vendiendo corazones y almas. La canción insta a la gente a despertar y ver la realidad del mundo, una realidad que ha sido afectada por las drogas, las muertes, el hambre, el terrorismo, las violaciones, las epidemias y las extorsiones.