El protagonista habla sobre cómo sus sueños se alejan cada vez más, mientras asciende por la escalera pero su pareja la derriba. Siente que se está ahogando en sus errores y ni siquiera puede vender su alma. El diablo está constantemente en su hombro, haciéndolo sentir como si no pudiera hundirse más y puede sentir los perros del infierno acercándose. A pesar de encontrar la llave de la vida, aún siente que sus logros es mejor dejarlos sin mencionar. Al final, se da cuenta de que su historia de horror está casi terminada, suplica clemencia al diablo y siente que lo han conquistado completamente.