El protagonista está recordando su promesa de olvidar a su ex compañera, pero se siente intoxicado y no puede sacarla de su mente. Se pregunta si todavía es honesto y la persona que solía ser. Admite haber hecho cosas lamentables en el pasado en nombre de alguien a quien ya no conoce, sintiéndose avergonzado de su comportamiento joven, borracho y solitario. Recuerda una vez en la que fue llevado en un coche por la policía y dio el nombre de su compañera como contacto de emergencia, pero ella no contestó, haciendo que incluso la policía pensara que ella estaba equivocada por colgar el teléfono. Confiesa que llama a su compañera cuando está borracho e incluso moriría por ella. Menciona que se está desprendiendo de las partes de sí mismo que ella solía reconocer y dejará que el dolor crezca. El protagonista habla sobre el tono de llamada siendo lo único que le queda, indicando que su compañera ya no está en su vida. Expresa su decepción en sí mismo por los golpes que ha dado mientras se siente perdido y desesperado. El protagonista imagina estar en una celda de prisión con otros que también han tocado fondo y contempla cambiar su fe y alabar la bandera para ser aceptado. Cree que su compañera eventualmente le llamará de nuevo, aunque no está seguro si él es un peligro para sí mismo. En conclusión, el protagonista reconoce que no está orgulloso de sus acciones pasadas y moriría por su ex compañera.