El protagonista en la canción no es Jesús, pero es alguien que se queda en casa y hace tareas domésticas como lavar los platos. Le pregunta a su pareja cómo ha sido su día y si todavía tiene problemas. Alguien le advirtió que tuviera cuidado cuando tenía 33 años porque era un momento difícil para ellos, pero él lo superará aunque no pueda hacer milagros. Desearía poder convertir el agua en vino, pero tiene que concentrarse en terminar los platos. Ofrece leer una historia o proporcionar luz si su pareja lo necesita. Sabe que es una persona común, pero está haciendo todo lo posible para ayudar a su pareja. Menciona otra vez que no puede convertir el agua en vino, tiene que terminar los platos. No está preocupado por no poder tocar las estrellas porque pertenecen al cielo y él está feliz de estar en la tierra.