Dicen que el protagonista es el diablo, la bestia negra del orden, la encarnación del odio. Rompen el consenso y la monotonía del sistema y aceptan con orgullo la crítica y la atención que reciben de los corruptos. Están vivos y confiados a pesar del veneno que les han vendido. Esparcen color y dolores de cabeza con sus canciones, enfrentándose firmemente a las mentiras de los que ostentan el poder. No les importa la opinión de los demás porque saben que están vivos y esta es su realidad. ¡Despierta! La verdad se revela. No les importa para nada esas personas. No hay duda de que están vivos y esta es la realidad que enfrentan.