El protagonista está buscando a ciegas a su pareja para ser engañado una vez más. Invitan a su pareja a venir con ellos para ver la desolación del mundo causada por aquellos que intentan extinguir cualquier atisbo de luz y alegría. A pesar de las señales de advertencia, se sienten atraídos hacia su pareja, quien les causa tanto dolor como placer. El hogar del protagonista es un refugio seguro, pero el hijo de su vecina Inés causa caos. Aunque la noche pueda ser corta, no importa al protagonista porque ayer fue ayer y no pueden cambiar eso. A pesar de la falta de cuidado y las caídas de su pareja, el protagonista todavía se siente atraído hacia ellos, mientras que el hijo de Inés no entiende la belleza de la vida.