El cantante dice que está en llamas, de más de una manera. Él es arrogante y seguro de sí mismo, como Zinedine Zidane contra el equipo nacional brasileño. Se ve bien y todo está saliendo a su favor esta noche, incluso Mónica Bellucci está a su alcance. Está vestido para impresionar y listo para conquistar la ciudad. Se siente intocable, baila como Omar Sy. El suelo se ilumina bajo sus pies y hasta Michael Jackson estaría impresionado. El DJ le pasa el cable auxiliar y él se roba el show al hacer una voltereta al estilo de Jean-Claude Van Damme. Todos los demás abandonan la pista de baile.