El protagonista habla sobre un barquero que chismea sobre él con sus hijas, y cómo el barquero lo observa de cerca. Al barquero le molesta que el protagonista no tenga mucho dinero, y cuando el protagonista pasa varias veces, le molesta aún más. Al protagonista no le importan las opiniones del barquero, e incluso si la corriente es fuerte y no hay vuelta atrás, no le importa lo que diga el barquero. El protagonista tampoco se preocupa si es hablado por todo el pueblo, mientras se sienta junto a la orilla, donde la hierba crece más alta. A pesar de la negatividad del barquero, el protagonista no permite que le afecte.