El protagonista no puede mantener las manos quietas y se pregunta si su pareja lo necesita. Se siente rebelde y ha sentido así desde 1966. Es posible que ya esté cansado, pero aún lo siente. Tiene otra boca que alimentar y tiene que dejar al bebé con una niñera. Su pareja llama al sepulturero y él siente que viene de la nada. Se siente rebelde por diversión y puede que ya haya terminado, pero todavía lo siente. Podrían luchar una guerra por la paz y renunciar a sus esperanzas y sueños. Están esperando a que las paredes se derrumben, pero no les molestará hasta que caigan. Su amor es un abismo para su corazón y se siente rebelde por diversión. Quizás ya ha terminado, pero todavía lo siente.