El protagonista habla de cómo está dispuesto a sufrir por sus creencias y ser un fuerte apoyo para su pareja. Le pregunta a su pareja si quiere jugar con fuego, tener una posición elevada y nunca sufrir de nuevo. También menciona el poder de una figura sagrada para lavar los pecados. El coro repite el deseo de no sufrir de nuevo y menciona el deseo de consolar a aquellos que están de luto y guiar a aquellos que creen. En general, la letra retrata una disposición a soportar dificultades por el bien de la rectitud y el deseo de encontrar la felicidad suprema y el alivio del sufrimiento.