El protagonista de la letra está contando cosas y fingiendo que el viento es una brisa, pero está congelando su cuerpo. Se pregunta si puede dejar de suplicar de esta manera y levantarse de rodillas. Se sugiere que debería salvarse a sí mismo en lugar de depender de lo que su padre dijo o de los libros que leyó. El protagonista saltó al contar hasta nueve y luego hasta dieciocho, soltando un grito de alegría. Nadó hacia la espalda del narrador y dijo que ahora puede ver. Pero ahora solo está haciendo el muerto y rezando para ser guiado, cuando tal vez debería salvarse a sí mismo en su lugar.