El protagonista fue secuestrado por personas vestidas de negro que derribaron su puerta y lo amenazaron con armas. Su familia lloró mientras él era llevado. Él sabía quién los había enviado, pero el jefe se ofendió cuando su gente se levantó en armas, hizo tres llamadas necesarias de personas poderosas en el cártel de la droga para que lo liberaran. Él advirtió a sus atacantes antes de que lo llevaran, pero no escucharon. Fue golpeado y por cada golpe, mataron a tres personas más. Sus primos lo salvaron con sus conexiones y ahora trabajan juntos, asegurándose de que nadie se meta con su familia.