La canción habla sobre el nuevo enfoque del protagonista hacia la vida, que consiste en vivir el momento y aceptar la impermanencia como su nueva religión. Han dejado de preocuparse por el futuro y de ser atormentados por el pasado, y creen que todo lo demás es solo fantasía, mientras que carpe diem, o vivir el presente, es la única verdad. Ya no se molestan en hacer planes o predicciones, y en cambio eligen vivir una vida de improvisación y aceptar lo que sea que venga. La canción anima a los oyentes a seguir su ejemplo y disfrutar del momento en lugar de estresarse por el pasado o el futuro.