La cantante le pide a Dios que le permita pasar más tiempo con su amor. Enumera diferentes períodos de tiempo (un día, dos días, ocho días, etc.) y dice que por cada uno de estos períodos estaría dispuesta a hacer algo (adorarlo, decirle que lo ama, crear recuerdos con él, etc.). El último estrofa revela que el amor de la cantante se ha ido y ella suplica a Dios que lo traiga de vuelta. Aunque sabe que puede haber estado equivocada/cometido un error, todavía quiere pasar tiempo con su amor. La repetición de "mi Dios" a lo largo de la canción se puede interpretar como la desesperación que siente.