El protagonista es seguro de sí mismo y no se disculpa por quien es, comparándose con figuras famosas como Elvis y Jesús, pero enfatizando sus propias cualidades únicas. Habla sobre haber nacido con un espíritu de rebeldía natural y cómo nadie puede controlarlo o limitarlo. Menciona que puede que no sea perfecto, pero sabe cómo manejar las cosas y no quiere estar cerca de alguien que intente cambiarlo. El protagonista también destaca los desafíos de vivir en una ciudad donde todos están enfocados en sí mismos, pero sigue siendo positivo y determinado, abrazando su individualidad y manteniendo siempre una actitud mental positiva.