El protagonista se cuestiona hacia dónde se dirige el mundo y por qué las personas pueden ser tan crueles entre sí. Sienten que no pueden confiar en nadie y les asusta entregar su corazón a alguien. A pesar de todo el dolor, todavía quieren perdonar y creen que la vida puede ser hermosa. Sin embargo, llegan a un punto de quiebre y deciden que ya no quieren ser aprovechados y no quieren seguir siendo infelices. Se preguntan por qué la vida tiene que ser tan complicada, especialmente cuando se trata del amor y las relaciones. En última instancia, deciden que ya no quieren ser un felpudo y no permitirán que otros les hagan daño.