En esta canción, el cantante reflexiona sobre su experiencia en el siglo XXI y cómo se sintió al ser un superhéroe. Describe un mundo en el que el sistema está quebrado, las escuelas están cerradas y las cárceles están abiertas, dejándolo a él y a sus compañeros sin nada que perder. En este mundo dominado por hombres blancos, ellos son los elegidos y deben asumir la responsabilidad del poder que se les ha dado. Él se toma el tiempo para reflexionar sobre sus éxitos y el uso beneficioso de ese poder, pero también los peligros que demasiado poder puede crear. Finalmente, decide renunciar a ese poder y anima a otros a hacer lo mismo.