El protagonista se despierta por la mañana y ve que las flores de la ciudad todavía están durmiendo. Tiene drogas y su pareja para hacerle compañía, pero sus padres tienen creencias diferentes y no viven juntos. Lee sobre malas noticias en el periódico, pero encuentra consuelo en el hecho de que a veces dormir en la calle puede ser el lugar más cómodo. Pasa sus días escribiendo y cantando, pero a veces siente que no puede seguir el ritmo de sus propios pensamientos. Reflexiona sobre los avances tecnológicos que se le han dado al hombre moderno, como los teléfonos y las cámaras, pero cuestiona si valieron la pena. El protagonista cree que es mejor aliarse con aquellos que ganarán en una guerra y que deben asegurarse de que su victoria sea segura. Piensa que podría haber sido un cantante famoso, pero encuentra belleza en el fracaso y alienta a los demás a hacer ruido.