En 1971, Catherine Le Forestier, acompañada por su hermano Maxime en la guitarra, ganó el primer premio en el festival de Spa. Con el dinero que habían ganado, decidieron ir a San Francisco. Fueron a la dirección que les dio Luc Alexandre, un amigo belga que les aseguró que la ciudad era perfecta para ellos. Se quedaron allí varias semanas, en medio de una comunidad hippie llamada "Hunga Dunga", donde vivían desertores de Vietnam y homosexuales, entre otros. De regreso a Francia, Maxime recibe una carta con dibujos que los habitantes de la casa azul le han enviado. Como no hablaba mucho inglés y para agradecerles por su hospitalidad, decidió enviarles una canción en lugar de una carta y así rápidamente escribió y compuso San Francisco. La canción, interpretada en la guitarra, evoca la casa habitada por los hippies. La historia de la comunidad Hunga Dunga y la casa azul, incluyendo la estancia de Catherine y Maxime Le Forestier y la génesis de la canción, la cuenta Phil Polizatto (el "Phil à la kena" del segundo verso) en el libro C'est une maison bleue... Las paredes azules pintadas y su estilo particular han convertido esta casa en un lugar de visita y curiosidad para los turistas.