El protagonista y su pareja luchan por mantener su amor vivo sin ningún espacio ni tiempo. Solo tienen su existencia para compartir, y aunque no enfrentan ninguna verdad o mentira real, se sienten adormecidos porque no ven la alegría que podrían tener si realmente se preocuparan y se amaran mutuamente. El protagonista busca consuelo en su pareja y no puede hacerlo solo porque sabe que su conexión está ahí, incluso si no tienen canciones de cuna ni lágrimas para compartir. Al final, se dan cuenta de que todo lo que tienen es su existencia, que deben seguir luchando para que funcione.