La protagonista se compara a sí misma con una polilla o mariposa, siempre buscando el cambio. Observa cómo los demás atraviesan el ciclo de la vida y piensa que es mejor estar muerto que atrapado en un laberinto. Siente como si estuviera escondiéndose del enemigo y no quiere ser notada. El estribillo habla sobre cómo las personas tejen sus propias telas y se alimentan de los demás, y una vez que estás atrapado en ellas, no puedes escapar. El final describe cómo algunas personas quedan atrapadas en la telaraña y se vuelven adictas a ella, terminando finalmente sin vida.