En 1981, los Rolling Stones se preparaban para una gran gira mundial que duraría hasta el siguiente año y necesitaban nuevas canciones para los conciertos. - Un nuevo álbum también tranquilizaría a los fans sobre el futuro de la banda, debido a las relaciones conflictivas entre Mick Jagger y Keith Richards. - Con la gira acercándose y el tiempo agotándose para crear un álbum, el ingeniero de sonido Chris Kimsey sugirió a los Stones que buscaran tomas de los tres o cuatro álbumes anteriores para encontrar canciones en las que pudieran trabajar. - Kimsey encontró "Start Me Up", que Richards había dejado de lado porque pensaba que sonaba "como algo que había escuchado en la radio antes". - El riff de guitarra originalmente era un riff de reggae, pero Kimsey encontró tomas del riff en un tono de rock y llevó las cintas de vuelta a la banda. - Inmediatamente trabajaron en la canción y la grabaron en seis horas. - Mientras que Jagger solía tomar canciones grabadas y editarlas, dejó "Start Me Up" tal como estaba, con un sonido crudo. - Curiosamente, Keith Richards nunca le gustó realmente la canción.