El protagonista se pregunta por qué todo se siente tan desesperanzador y como el fin del mundo, a pesar de haber sido vendido la idea de un futuro pacífico. No pueden ser los únicos que se sienten de esta manera y están viendo cómo todo se desmorona. Se preguntan si deberían vivir con miedo por su hijo y si deberían conformarse para ser aceptados. No pueden basar sus acciones en si son amados u odiados, pero es difícil mantenerse fuerte cuando todo se siente incierto. Se preguntan si todos están abandonando la esperanza o si hay alguien más allá afuera que siente lo mismo. A pesar de la sensación de perdición, se niegan a creer que realmente sea el fin del mundo y se aferran a una pequeña esperanza.