El protagonista está hablando con la oscuridad, diciendo que ha venido a hablar con ella porque tuvo una visión mientras dormía. Esta visión todavía está con él, y está conectada con el sonido del silencio. En sus sueños, camina solo por calles tranquilas y ve a mucha gente que habla sin realmente decir nada y sin realmente escucharse entre ellos. Se da cuenta de que el silencio está creciendo como un cáncer, y quiere enseñar y alcanzar a las personas a través de sus palabras. Pero sus palabras caen como gotas de lluvia silenciosa y no hacen ninguna diferencia. La gente continúa rezando a las cosas que han creado y ignoran las señales de advertencia que están a su alrededor. Las palabras de los profetas están escritas en las paredes y susurradas en los sonidos del silencio.