En estas letras, el protagonista está hablando de cómo el tiempo se puede medir en incrementos muy pequeños, como una décima de segundo, y de cómo hay innumerables momentos de los que hablar. Mencionan el placer de imaginar y formular ideas, y cómo medir ángulos puede resolver problemas comunes. También hablan de encontrar libros que enseñan sobre diferentes temas y de cómo componer música no siempre requiere instrumentos tradicionales. El protagonista también menciona cómo el espacio y el tiempo pueden interactuar como un juego de ajedrez. En general, las letras transmiten un sentido de curiosidad y exploración.