En la letra, el protagonista describe un sentimiento de tristeza y soledad que experimenta por las tardes. Se siente cansado e inseguro de qué hacer, y cuando mira afuera, no hay mucha gente alrededor. Los sonidos a su alrededor cambian y todo parece más silencioso. Quiere gritar su frustración, pero en cambio, va a un bar donde no encuentra a nadie. Sale afuera y comienza a correr, sintiendo el viento secar sus lágrimas. Eventualmente se detiene, sintiéndose exhausto y con la nariz moqueando, y trata de reconfortarse tomando respiraciones profundas.