La letra se refiere a las profecías bíblicas sobre el fin del mundo, en las cuales una estrella llamada Ajenjo cae del cielo y hace que un tercio del agua del mundo se vuelva amarga, causando la muerte de muchos. La canción menciona la imagen del hijo no nacido de Dios jugando con una pistola cargada y un coro que canta sobre la inminente perdición. La pérdida de fe del protagonista es reemplazada por la duda mientras presencian el fin del mundo, preguntándose si todos sus pecados serán perdonados o si alguien les mintió. La canción termina con un brindis por la muerte de Dios.